SOCIEDAD - DESCANSO Y DIVERSIÓN (a proposito del botellón)

El botellón, un gran tema para el análisis por las variantes que conlleva, ya que nos encontramos dos vertientes, los que están a favor y viceversa.
La primera idea a analizar sería la causa de la aparición de este fenómeno pues se nos presenta como la solución de la juventud con poco poder adquisitivo para divertirse debido a su bajo coste y la posibilidad de realizarlo en grupos; aquí tenemos el primer contratiempo. Los grupos, que al unirse a otros forman una marea humana, provocan por lo general gran contaminación acústica, pero el mayor problema del botellón es la suciedad que deja a su paso como bolsas, botellas, etc…que son capaces de convertir zonas históricas como la catedral en un estercolero, con su consabida imagen.
Como decíamos antes, la gente busca un entretenimiento duradero y barato y esto es debido a que en los lugares dedicados a la diversión como son pubs o discotecas, el precio de una consumición es equiparable al coste por persona de un simple botellón del que saldrían unas 4 consumiciones cada uno si hacemos grupos de tres integrantes.
Posturas en contra serían, por un lado los vecinos afectados tanto por la suciedad de sus calles como por el ruido a altas horas de la madrugada; y por otro lado, los grandes detractores de esta “nueva cultura del botellón” serían los empresarios de la noche, los cuales en contraposición al precio de la consumición, ofrecen un lugar cerrado y aislado acústicamente donde disfrutar en grupo, en pareja o como se prefiera y sin la necesidad de pasar frío en los largos meses invernales.
Sin duda alguna, y con esto concluyo, el botellón es un movimiento que avanza incontrolado hacia la alcoholización de nuestra juventud y me provoca bochorno pensar que le pueda interesar a los políticos hasta tal punto que supone la creación de puestos de trabajo “muy bien pagados”, ya sean de limpieza o de vigilancia. En fin, estos políticos y sus leyes dilucidarán la solución.