UN MEDIOCRE EQUIPO DE HOMBRES

Por todos es sabida la importancia que la Champions League tiene para los seguidores del Real Madrid. De “real” sólo va quedando el nombre puesto que su respeto en Europa se pierde cada jornada que pasa. Todo esto no es debido a falta de ambición o de calidad, simplemente es la consecuencia de una dirección nefasta por parte de Ramón Calderón y sus “empleados”. Contra la Juve se manifestaron todos los errores del equipo blanco: nula creación en la medular, falta de frescura en ataque y una ausencia descarada de concentración en defensa (incluido “el bendito” Casillas).

Unos recriminarán a los jugadores, otros mirarán al banquillo pero el mayor problema, y como decía anteriormente, nace desde arriba. No hace muchos años, el Madrid se paseaba por Europa con un señorío sin igual y un estilo que todos envidiaban. El equipo por aquel entonces presidido por Florentino Pérez, había sido creado a fuerza de talonario y dio unos resultados inmejorables de juego y títulos. Era un equipo de “nombres” pero que hacía disfrutar a los leales merengues. En los últimos años, y tras el final de “la edad galáctica”, se ha intentado crear un equipo sin figuras para conseguir una mayor unión y familiaridad entre todos. Este método está fracasando a marchas forzadas en la Copa de Europa y eso es pecado en la biblia blanca.

Se pueden ganar ligas, evitar líos de vestuario pero al final siempre se echan de menos jugadores de primer orden mundial y más cuando muchos de ellos están deseando venir. La derrota en el Bernabéu ante la Juventus ha sido un toque de atención muy gordo que no se puede pasar por alto. En las caras de los aficionados madridistas se atisbaba desesperación, cabreo, desilusión, pero sobre todo vergüenza por ofrecer esa imagen a Europa. Esta situación no la solucionan fichajes de invierno ni un posible cambio de entrenador, simplemente apoya mi teoría: un equipo “de hombres” no tiene cabida hoy en día en el Real Madrid, un grupo de galácticos que ilusionen y den resultados, “SI”.