lunes, 3 de noviembre de 2008

LLUEVE SOBRE MOJADO

Fin de semana lluvioso en toda España y que afectó a la gran mayoría de los partidos de la jornada. El sábado comenzó con un concierto de la orquesta más en forma de nuestra liga; el F.B. Barcelona, dirigido por un genial Xavi, ofreció todo un repertorio de recursos a utilizar cuando el césped no permite grandes alardes en el juego. Este equipo no entiende de condiciones climatológicas y pasó por encima de un Málaga voluntarioso al que le faltó calidad para hacer frente a los pupilos de Guardiola que ya son líderes en solitario.

Líder era el Valencia que tropezó en Mestalla ante el Racing. Tchité hizo su primer hat-trick en primera división y robó el protagonismo del partido a Villa, aunque el asturiano no faltó a su cita con el gol logrando su décimo tanto en liga. El equipo cántabro volvió a ser el de la pasada temporada y respira un poco tras su desastroso arranque liguero.

La lluvia también apareció en San Mamés y el Athletic naufragó ante un Villarreal que llegaba herido tras su abultada derrota en copa ante el Poli Ejido. Los leones gatean sin rumbo fijo y son penúltimos en la clasificación. Malos tiempos para los rojiblancos y en especial para Joaquín Caparros que podría no llegar a comerse el turrón navideño en Bilbao.

Donde parece remitir el temporal es a orillas del Manzanares. El Atlético recuperó a su “jugador franquicia” y se notó; Agüero dejó atrás el cansancio acumulado y encarriló con dos goles la victoria de su equipo. El yerno del flamante seleccionador argentino estuvo bien secundado por un acertadísimo Leo Franco que parece haber enterrado al cuestionado Coupet. El Mallorca se está convirtiendo en el bálsamo de muchos equipos tras ascender “el angliru” de la liga (Sevilla, Barça, Madrid y Villarreal).

El domingo en Almería no diluvió pero el Madrid tuvo que echar mano de un salvavidas para puntuar en el Estadio del Mediterráneo. Los blancos se fueron con ventaja tras una deprimente primera parte con un gol del “ya casi mortal” Raúl. En el segundo acto se ahogaron debido al ímpetu almeriense que debió terminar en remontada. Schuster se acordó tarde del centro del campo y menospreció enormemente a su rival. Esta actitud despectiva del alemán resulta ya bastante cargante, ya que parece olvidarse de su misión en el Real Madrid, entrenar y no destacar por encima de sus jugadores. Es necesario recordarle que estos son los que le permiten conservar su puesto partido tras partido.

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